HISTORIA
EL HUMANISMO
Tomas Moro:
Thomas More, también conocido por su nombre castellanizado Tomás Moro, o por su nombre en latín Thomas Morus y venerado por los católicos como santo Tomás Moro(Londres, 7 de febrero de 1478, 6 de julio de 1535), fue un pensador, teólogo, político, humanista y escritor inglés, que fue además poeta, traductor, lord canciller de Enrique VIII, profesor de leyes, juez de negocios civiles y abogado. Su obra más famosa es Utopía,
donde busca relatar la organización de una sociedad ideal, asentada en
una nación en forma de isla del mismo nombre. Además, Moro fue un
importante detractor de la Reforma protestante y, en especial, de Martín Lutero y de William Tyndale.
En 1535 fue enjuiciado por orden del rey Enrique VIII, acusado de alta traición por no prestar el juramento antipapista frente al surgimiento de la Iglesia anglicana, oponerse al divorcio con la reina Catalina de Aragón y no aceptar el Acta de Supremacía,
que declaraba al rey como cabeza de esta nueva Iglesia. Fue declarado
culpable y recibió condena de muerte. Permaneció en prisión en la Torre de Londres hasta ser decapitado el 6 de julio de ese mismo año. Moro fue beatificado en 1886 y canonizado en 1935, junto con Juan Fisher, por la Iglesia católica, que lo considera un santo y mártir. Por su parte, la Iglesia anglicana lo considera un mártir de la Reforma protestante, incluyéndolo, en 1980, en su lista de santos y héroes cristiano
Al abandonar el convento de los cartujos, en 1505, contrajo
matrimonio con Jane Colt y ese mismo año nació su hija Margaret, quien
fue su discípula. Habiendo abandonado la Orden de los Cartujos, se
recibió en leyes y ejerció la abogacía con éxito, en parte gracias a su
preocupación por la justicia y la equidad; más tarde sería juez de
pleitos civiles y profesor de Derecho.
En 1506 nació su segunda hija, Elizabeth. Ese año tradujo al latín Luciano en compañía de Erasmo.
Un año más tarde nació Cicely, su tercera hija. Tomás Moro era
pensionado y mayordomo en el Lincoln's Inn, donde dictó conferencias
entre 1511 y 1516. En 1509 nació su hijo John. Moro participó en
gestiones entre grandes compañías de Londres y Amberes. Ese mismo año escribió poemas para la coronación de Enrique VIII. En 1510 fue nombrado miembro del Parlamento y vicesheriff
de Londres. Un año más tarde murió su esposa Jane y se casó con Alice
Middleton, viuda siete años mayor que Moro y con una hija, Alice.
El rey Enrique VIII se enemistó con Tomás Moro debido a las desavenencias surgidas en torno a la validez de su matrimonio con su esposa Catalina de Aragón que Tomás, como Canciller, apoyaba. Enrique VIII
había pedido al papa la concesión de la nulidad de su matrimonio con
Catalina de Aragón y la negativa de este supuso la ruptura de Inglaterra
con la Iglesia de Roma y el nombramiento del rey como cabeza de la
Iglesia de Inglaterra.
El monarca insistió en obtener la nulidad de su matrimonio a fin de
poder casarse nuevamente para conseguir su deseo de tener un hijo varón,
que Catalina de Aragón no podía ya darle. La nulidad habría borrado la
infidelidad y le hubiera permitido un matrimonio válido a los ojos de la
Iglesia católica, legitimando los hijos que pudiera tener de su
matrimonio con Ana Bolena y todo habría quedado en un asunto intrascendente.
Las sucesivas negativas de Tomás Moro a aceptar algunos de los deseos
del rey acabaron por provocar el rencor de Enrique VIII. Luego de la
ruptura con Roma, y tras negarse Moro a pronunciar el juramento que
reconocía a Enrique como cabeza suprema de la Iglesia de Inglaterra, el rey lo encarceló en la torre de Londres.
Finalmente el rey, enojado, mandó juzgar a Moro, quien en un juicio
sumario fue acusado de alta traición y condenado a muerte (ya había sido
condenado a cadena perpetua anteriormente). Otros dirigentes europeos
como el papa o el emperador Carlos V,
quien veía en él al mejor pensador del momento, presionaron para que se
le perdonara la vida y se la conmutara por cadena perpetua o destierro,
pero no sirvió de nada y fue decapitado en Tower Hill una semana después, el 6 de julio de 1535. Está enterrado en una bóveda subterránea anexa a la capilla de San Pedro ad Vincula, que se encuentra en la torre de Londres.
Mantuvo hasta el final su sentido del humor, confiando plenamente en
el Dios misericordioso que le recibiría al cruzar el umbral de la
muerte. Mientras subía al cadalso se dirigió al verdugo en estos
términos: I pray you, I pray you, Mr Lieutenant, see me safe up and for my coming down, I can shift for myself
(«Le ruego, le ruego, señor teniente, que me ayude a subir, porque para
bajar, ya sabré valérmelas por mí mismo»). Luego, al arrodillarse dijo:
«Fíjese que mi barba ha crecido en la cárcel; es decir, ella no ha sido
desobediente al rey, por lo tanto no hay por qué cortarla. Permítame
que la aparte». Finalmente, ya apartando su ironía, se dirigió a los
presentes: I die being the King's good servant—but God's first («Muero siendo el buen siervo del rey, pero primero de Dios»).
Moro no fue el único que estuvo en la encrucijada de si debía seguir al rey Enrique VIII o a la Iglesia de Roma. El por entonces recién creado cardenal John Fisher
también pasó por el mismo trance; Enrique VIII le mandó el capelo
cardenalicio cuando Fisher estaba en prisión, y fue también ejecutado.
Erasmo de Rotterdan:
Erasmo de Róterdam (neerlandés: Desiderius Erasmus van Rotterdam; latín: Desiderius Erasmus Roterodamus; Róterdam, 28 de octubre de 1466 Basilea, 12 de julio de 1536), también conocido en español como Erasmo de Rotterdam, fue un humanista, filósofo, filólogo y teólogo neerlandés, autor de importantes obras escritas en latín.
Cursó estudios en París (1495) y, tras dos breves
estancias en Países Bajos (1496 y 1498), decidió llevar vida
independiente. En tres ocasiones (1499, 1505-1506 y 1509-1514) visitó
Inglaterra, donde trabó amistad con J. Colet y con T. Moro, en cuya casa
escribió su desenfadado e irónico Elogio de la locura (1511), antes de enseñar teología y griego en Cambridge.
En París inició, con Adagios (1500), un éxito
editorial que prosiguió en 1506 con sus traducciones latinas (Luciano y
Eurípides) y que culminó en Basilea (1515-1517 y 1521-1529) con sus
versiones de Plutarco, sus ediciones de Séneca y de san Jerónimo y su
gran edición del Nuevo Testamento (1516: con texto griego anotado y su
traducción latina, muy distinta de la Vulgata), que le dio renombre europeo.
Si sus primeros diálogos Antibárbaros (1494) veían compatibles devoción y cultura clásica, en el Enquiridión
(1504) defendía una audaz reforma religiosa. Fruto de las lecciones que
diera para vivir, sus manuales de conversación latina (1497) son el
origen de los Coloquios familiares (1518), de gran difusión y resonancia. Fue la crítica de L. Valla a la versión de la Vulgata
lo que le decidió a dedicarse, algo tardíamente, a las letras sagradas
para reconciliar cultura clásica y teología (se doctoró en esta ciencia
en Turín en 1508).
En sus viajes, visitó también
Padua, Siena, Roma (1509) y diversas ciudades de Alemania (1514), en
cuyos círculos humanísticos fue acogido de forma triunfal. León X le
dispensó de tener que vestir el hábito para que viviese en el mundo y
fue nombrado consejero del emperador (a quien dedicó la Institución del príncipe cristiano, 1516).
Aunque inicialmente no le prestó gran atención, el
crecimiento del problema luterano le hizo cada vez más difícil su
insistente pretensión de neutralidad: si en 1517 se había ido a Lovaina,
en 1521 hubo de salir de la ciudad y volver a Basilea, por lo
insostenible de su situación (aun distanciándose claramente de Martín
Lutero, insistía en ser no beligerante) y para guardar su independencia.
Pero en 1524 lanzó su Disquisición sobre el libre albedrío, con una violenta respuesta de Lutero (Sobre el albedrío esclavo, 1526) y con su correspondiente réplica (Hyperaspistes, 1526). Y, pese a su neutralidad en la pugna de Enrique VIII con el papa, su Ciceroniano (1527) refleja ya el desengaño de quien ve sus ideales contrariados por los hechos. En 1527 numerosos fragmentos de sus obras se condenan, incluso sus Colloquios
(Coloquios), una obra cuya finalidad era facilitar el aprendizaje
del latín a los estudiantes y que estaba escrita jocosa y desenfadadamente
como una serie de diálogos entre una diversidad de tipos que representaban
al conjunto de la sociedad.
Aunque sus ideas se difundieron por casi toda Europa, dando lugar a una
corriente denominada "erasmismo", de aquí en adelante
y hasta su muerte acaecida en Basilea el 12 de Julio de 1536, Desiderius
pasó una vida penosa, repudiado por todos y agravada por la gota
y el reumatismo. Pese a todo, su "humanismo de la Biblia" ,
su maestría filológica y literaria, y su espíritu
crítico y reformista le han otorgado un merecido puesto de honor
en la historia.
Giovanni Pico Della Mirandola:
Giovanni Pico della Mirandola (Mirandola, Ferrara, 24 de febrero de 1463 - Florencia, 17 de noviembre de 1494) fue un humanista y pensador italiano.
Es más conocido por los eventos acaecidos en 1486, cuando a la edad de 23 años propuso defender 900 tesis de religión, filosofía, filosofía de la naturaleza y magia contra todos los prometedores, a lo que escribió Oratio de hominis dignitate, que ha sido llamado como el Manifiesto del Renacimiento, y una clave de textos sobre el humanismo renacentista, a lo que llamó la Reforma hermeneútica.
Mientras estudiaba en la Universidad de Bolonia publicó, a los catorce años, Las decretales. Luego viajó por el territorio italiano y más tarde por Francia,
donde también asistió a la universidad. Estudió sobre todo lenguas:
griego, árabe, hebreo y caldeo, con el propósito de entender la Cábala, el Corán, los oráculos caldeos y los diálogos platónicos en sus textos originales.
En 1485, durante su estancia en París, leyó los trabajos de Averroes (1126-1198), el filósofo y teólogo asharí hispanoárabe que introdujo el pensamiento aristotélico
en Occidente. Allí concibió la idea de unificar las tradiciones
culturales sobrevivientes en aquella época. Al año siguiente, ya de
regreso en Italia, con sólo 23 años, raptó en Arezzo a la esposa de
Giuliano Moriotto dei Medici, un pariente pobre de los Medici
florentinos, por lo que fue perseguido, atacado y herido. Luego, hacia
finales del año 1486 publicó en Roma sus Conclusiones philosophicae, cabalisticae et theologicae, conocidas como Las 900 tesis.
Se trata de novecientas proposiciones recogidas de las más diferentes
fuentes culturales, tanto de filósofos y teólogos latinos como de los
árabes, los peripatéticos y los platónicos. No excluyó tampoco a los
pensadores esotéricos, como Hermes Trimegisto, ni a los libros hebreos. La obra iba precedida de una introducción, que tituló Discurso sobre la dignidad del hombre, texto que se ha convertido en clásico y donde Pico formula tres de los ideales del Renacimiento:
el derecho inalienable a la discrepancia, el respeto por las
diversidades culturales y religiosas y, finalmente, el derecho al
crecimiento y enriquecimiento de la vida a partir de la diferencia.
En cuanto a las tesis, su intención era demostrar que el Cristianismo
era el punto de convergencia de las tradiciones culturales, religiosas,
filosóficas y teológicas más diversas. Su intención era que estas
novecientas conclusiones se discutieran en Roma después de la Epifanía
de 1487 por los doctos de todo el mundo, para entablar una paz
filosófica entre los cultivadores de todas las doctrinas. Un ejemplo es
esta interpretación de la creación basada en el Génesis y el Timeo de Platón:
Cuando Dios terminó la creación del mundo, empieza a contemplar la
posibilidad de crear al hombre, cuya función será meditar, admirar y
amar la grandeza de la creación de Dios. Pero Dios no encontraba un
modelo para hacerlo. Por lo tanto se dirige al primer ejemplar de su
criatura, y le dice: "No te he dado una forma, ni una función
específica, a ti, Adán. Por tal motivo, tendrás la forma y función que
desees. La naturaleza de las demás criaturas la he dado de acuerdo a mi
deseo. Pero tú no tendrás límites. Tú definirás tus propias limitaciones
de acuerdo con tu libre albedrío. Te colocaré en el centro del
universo, de manera que te sea más fácil dominar tus alrededores. No te
he hecho mortal, ni inmortal; ni de la tierra, ni del cielo. De tal
manera, que podrás transformarte a ti mismo en lo que desees. Podrás
descender a la forma más baja de existencia como si fueras una bestia o
podrás, en cambio, renacer más allá del juicio de tu propia alma, entre
los más altos espíritus, aquellos que son divinos.
"En el año 1489 finalizó el Heptaplus, relato místico de la creación del universo, en el que bucea sobre el Génesis
buscando desentrañar sus significados más recónditos. Dos años después,
con veintiocho años de edad, renunció a sus cuantiosos bienes y a su
parte del principado familiar y se entregó a un profundo fervor
religioso. Viajó por toda Italia como mendicante hasta que en 1493, el
papa Alejandro VI
lo absolvió de cualquier imputación de herejía y lo admitió de nuevo en
la Iglesia católica. Pico, sin embargo, no abjuró de ninguna de sus
tesis. Ingresó en la Orden de los Dominicos, cuyos hábitos llegó a
vestir poco antes de su muerte.
El 17 de noviembre de 1494 Pico y Poliziano fueron envenenados en extrañas circunstancias. Se rumoreó que uno de sus propios secretarios le había envenenado debido a su estrecha relación con Savonarola
En 2007, los cuerpos de Pico y de Poliziano fueron exhumados en la
iglesia de San Marcos de Florencia y científicos bajo la tutela de Giorgio Gruppioni, profesor de antropología de Bolonia, usaron tecnología avanzada para determinar la causa de ambas muertes.
En febrero de 2009 anunciaron que los exámenes forenses mostraban que
tanto Poliziano como Pico della Mirandola habían sido asesinados por envenenamiento por arsénico, probablemente por el sucesor de Lorenzo, Pedro II de Médici.
Luis Vives:
Juan Luis Vives(en valenciano, Joan Lluís Vives; en latín, Ioannes Lodovicus Vives;Valencia, 6 de marzo de 1492 - Brujas, 6 de mayo de 1540), fue un humanista, filósofo y pedagogo español.Nació el 6 de marzo de 1492. La familia Vives era importante dentro del
núcleo de comerciantes judíos, religiosos y económicamente acomodados en
la ciudad de Valencia. Para proteger la vida de sus familiares así como
sus propiedades y evitar así mismo el riesgo de ser expulsados, se
vieron obligados a convertirse al cristianismo. Sin embargo, siguieron
practicando el judaísmo en una sinagoga que tenían en su casa y de la que era rabino un primo hermano de Juan Luis, Miguel Vives. Pero la Inquisición
descubrió a Miguel y a su madre en la sinagoga en plena liturgia,
iniciándose así un proceso contra la familia Vives a manos de la
Inquisición.
Terminó sus estudios en 1512 alcanzando el grado de doctor y se trasladó a Brujas (Bélgica) donde vivían algunas familias de mercaderes valencianos, entre ellas la de su futura mujer, Margarida Valldaura.
Recibió la noticia de que su padre había sido condenado y quemado por la Inquisición
en 1526, y su madre Blanca March, muerta en 1508, desenterrada y sus
restos quemados en 1529. Inmerso en una depresión anímica, se trasladó a
Inglaterra después de rechazar una oferta para enseñar en la Universidad de Alcalá de Henares.
Vives no aceptó por miedo a que la Inquisición le persiguiera y porque
tampoco disponía de medios económicos que le permitieran viajar hasta su
destino.
En el verano de 1523, fue elegido lector del Colegio de Corpus
Christi por el cardenal Wolsey, cargo que comportaba también ser
nombrado canciller del rey Enrique VIII de Inglaterra.
Vives veía cumplido así su anhelo de establecerse en una corte, único
lugar en el que un humanista podía desarrollar dignamente su trabajo
investigador de la cultura y enseñar los descubrimientos de sus
estudios. Ahí trabó amistad con Tomás Moro y la reina Catalina de Aragón.
Sin embargo pronto se desanimó, ya que añoraba a sus amigos flamencos y la vida académica de Lovaina, en la que destacaba Erasmo de Rotterdam, y donde tenían lugar las discusiones más apasionantes entre los más destacados humanistas europeos.
Su amistad con la reina Catalina le permitió que el 28 de abril de
1525 se le concediera la licencia para importar vino y lana hasta Inglaterra y exportar trigo al continente. Con los beneficios de este comercio y la pensión real su situación económica mejoró.
Sus escritos, todos en latín, son aproximadamente unos
sesenta. La variedad de esta obra y su valor de innovación revela la
honda calidad humana de Luis Vives, que insiste en problemas de métodos,
por lo que ante todo es un pedagogo y un psicólogo. En su tratado De anima et vita (Sobre el alma y la vida),
aun siguiendo a Aristóteles y defendiendo la inmortalidad del alma en
base al argumento "res omnis sic se habet ad esse, quemadmodum ad
operari", atribuye a la psicología el estudio empírico de los procesos
espirituales y estudia la teoría de los afectos, de la memoria y de la
asociación de las ideas, por lo que se le considera como precursor de la
antropología del siglo XVII y de la moderna psicología.
De su obra pedagógica destacan la Institutione de feminae christianae (1529, La educación de la mujer cristiana), especie de manual ético-religioso para la joven, la mujer casada y la viuda; De ratione studii puerilis (1523), sobre los métodos y programas de una educación humanística; De ingenuarum adolescentium ac puellarum institutione (1545) y De officio mariti, similares a las anteriores. De disciplinis (De las disciplinas, 1531), por último, se divide en tres partes: De causis corruptarum artium, De tradendis disciplinis y De artibus.
En ellas Vives propone una renovación y un
planteamiento más científico de la enseñanza frente a la artificiosidad y
vacuidad escolástica y retórica del tiempo. La enseñanza habrá de
realizarse además de acuerdo con la naturaleza y personalidad del
alumno, es decir, la psicología ha de ser la base de la pedagogía, y en
este sentido había dirigido desde Lovaina (1519) contra los escolásticos
de la Sorbona su texto In pseudo dialecticos. En realidad, Vives
supera ya el humanismo y marca el tránsito de la pedagogía a la edad
moderna y la instauración de la psicología como ciencia experimental,
precediendo a Descartes y a Bacon.
Lo importante en Vives es su preocupación por aquellos
aspectos más inmediatos de la realidad humana; con un profundo
conocimiento del hombre y de su historia, Luis Vives pudo intuir las
decadencias de su época, al tiempo que su concepción prudentemente
optimista de la vida le impulsaba a renovar esta realidad. Católico,
comprensivo y tolerante, dotado de un gran sentido de la realidad, Vives
va aplicando estos módulos invariables de su conocimiento a los
problemas que estudia.
Su vida y su obra se han hecho modelo de
universalidad y profundidad, de pasmosa seguridad; su actitud fue la del
mejor humanismo, pero ensalzado por virtudes más universales de
sobriedad y mesura, de una profunda soledad y comprensión del fenómeno
humano, a través de la cual este humanismo cobró características más
trascendentales que las brillantes y entusiastas de la época.
EL RENACIMIENTO
Familia Medicis:
Los Médici o Médicis fueron una poderosa e influyente familia del Renacimiento en Florencia entre cuyos miembros se destacaron tres papas, León X, Clemente VII, y León XI; dos reinas de Francia Catalina de Médici y María de Médici; además de numerosos dirigentes florentinos, miembros de las casas reales de Francia e Inglaterra y que sobresalieron por ser mecenas, patrocinando artistas y científicos de su época.
De origen modesto la raíz del apellido es incierta, reflejando posiblemente la profesión de “médico”, el poderío inicial de la familia surgió de la banca. La Banca Médici fue uno de los bancos más prósperos y respetados en Europa. Con esta base, adquirieron poder político inicialmente en Florencia, donde aparecieron ocupando el cargo de gonfaloniero
o jefe de la ciudad desde el siglo XIV (Salvestro di Médici fue
gonfaloniero en 1378). Su poder e influencia se extendió luego en toda Italia y el resto del continente europeo.
Juan de Médici, primer banquero de la familia, comenzó la influencia del linaje sobre el gobierno florentino, pero los Médici se convirtieron en cabeza oficiosa de la república en 1434, cuando su hijo mayor Cosme de Médici tomó entre sus títulos el de Pater Patriae
y el de «Gran Maestro». La rama principal de la familia —formada por
sus descendientes— rigió los destinos de Florencia hasta el asesinato de
Alejandro de Médici, primer duque de Florencia, en 1537.
El poder pasó luego a la rama menor de los Médici —a los descendientes de Lorenzo el Viejo— hijo menor de Juan de Médici, comenzando con su tataranieto, Cosme I de Médici, II duque de Florencia (1537-1569) y I Gran Duque de Toscana (1569–1574). En el duque Cosme I se unen las dos ramas familiares ya que es hijo de Juan de las Bandas Negras de la rama Popolana y de María Salviati nieta de Lorenzo de Médici.
Los Médici fueron uno de los linajes de mecenas más importantes de
Italia y de Europa. Los logros más significativos de la familia fueron
en el campo del arte y de la arquitectura, tanto que los talentos que ellos emplearon son hoy las referencias principales.
La familia se dividió en dos ramas a partir de Juan de
Médicis (Giovanni di Bicci, 1360-1429): mientras su hijo menor, Lorenzo
(1395-1440), daba lugar a una rama secundaria, postergada hasta
comienzos del siglo XVI, el poder en Florencia recaía en manos de la
rama principal, que arranca de su hijo mayor, Cosme de Médicis el Viejo (Cosimo, 1389-1464).
Tras vencer al partido del patriciado
tradicional, Cosme de Médicis instauró desde 1434 un poder dictatorial
en Florencia, si bien respetó la forma republicana de las instituciones y
se mantuvo alejado personalmente de los cargos principales,
encomendándolos a clientes suyos. Cosme duplicó la fortuna de la familia
y la empleó para fomentar las artes y el pensamiento, haciendo de
Florencia un gran foco de cultura renacentista: Brunelleschi, Donatello y Filippo Lippi,
entre otros, se beneficiaron de su mecenazgo; con el mismo espíritu de
recuperación de la cultura clásica, compró importantes manuscritos
griegos, con los que formó la biblioteca familiar.
Su hijo, Pedro I el Gotoso (Piero, 1414-69), se
limitó a conservar el poder y a emparentar con la familia aristocrática
de los Orsini mediante el matrimonio de su hijo, Lorenzo de Médicis el Magnífico
(1449-92). Lorenzo de Médicis consiguió resistir los intentos de
arrebatarle el poder por parte del patriciado, que se alió con el papa
Sixto IV, aunque perdió a su hermano Julián (1453-78) durante la
rebelión de los Pazzi (1478).
Lorenzo el Magnífico fue un típico príncipe
renacentista, protector de escritores, sabios y artistas, impulsor de
las primeras imprentas italianas y organizador de fiestas. Su
prodigalidad puso en peligro la fortuna de los Médicis y despertó las
iras de Savonarola.
Su hijo Pedro II (Piero, 1471-1503) fue expulsado del poder por una
revuelta instigada por Savonarola en 1494. Su alianza con Carlos VIII de
Francia no fue suficiente para recuperar la ciudad.
Su hermano Juan de Médicis (Giovanni, 1475-1521), recuperó el poder en 1512 gracias a la ayuda del papa Julio II,
de manera que Florencia quedó subordinada a Roma en los años
siguientes. Ejerció el poder junto con su hermano menor, Julián
(Giuliano, 1478-1516). Juan de Médicis, que era cardenal desde los 13
años, fue elegido papa en 1513, tomando el nombre de León X.
Practicó asiduamente el nepotismo, situando a miembros de la familia
Médicis en los órganos de poder de la Iglesia romana; incluso gravó a la
Hacienda papal con los gastos de la Guerra de Urbino (1516-17),
destinada a conquistar dicho ducado para su sobrino Lorenzo II. Francisco María de Médicis murió probablemente envenenado por su
hermano, el cardenal Fernando I (Ferdinando, 1549-1609). Al suceder a su
hermano en la Corona ducal (1587), Fernando I de Médicis abandonó el
capelo cardenalicio y contrajo matrimonio. Con él se inició la
protección de los Médicis a Galileo, que continuarían sus sucesores. Fernando cambió la orientación política de Toscana, alineándola con la Francia de Enrique IV y contra la España de Felipe II y Felipe III
(de hecho, fue él quien casó en 1601 a su sobrina María de Médicis con
el rey francés). Sin embargo, cuando Francia hizo la paz con el duque de
Saboya, Fernando volvió a aliarse con Felipe III para hacer frente a su
enemigo italiano.
Leonardo Da Vinci:
Leonardo da Vinci (Leonardo di ser Piero da Vinci) (Vinci, 15 de abril de 14522-Amboise, 2 de mayo de 1519) fue un polímata florentino del Renacimiento italiano. Fue a la vez pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista. Murió acompañado de su fiel Francesco Melzi, a quien legó sus proyectos, diseños y pinturas.Tras pasar su infancia en su ciudad natal, Leonardo estudió con el célebre pintor florentino Andrea de Verrocchio. Sus primeros trabajos de importancia fueron creados en Milán al servicio del duque Ludovico Sforza. Trabajó a continuación en Roma, Bolonia y Venecia, y pasó los últimos años de su vida en Francia, por invitación del rey Francisco I.
Frecuentemente descrito como un arquetipo y símbolo del hombre del Renacimiento, genio universal, además de filósofo humanista cuya curiosidad infinita solo puede ser equiparable a su capacidad inventiva,
Leonardo da Vinci es considerado como uno de los más grandes pintores
de todos los tiempos y, probablemente, es la persona con el mayor número
de talentos en múltiples disciplinas que jamás ha existido. Como ingeniero e inventor, Leonardo desarrolló ideas muy adelantadas a su tiempo, tales como el helicóptero, el carro de combate, el submarino y el automóvil. Muy pocos de sus proyectos llegaron a construirse (entre ellos la máquina para medir el límite elástico de un cable), puesto que la mayoría no eran realizables durante esa época. Como científico, Leonardo da Vinci hizo progresar mucho el conocimiento en las áreas de anatomía, la ingeniería civil, la óptica y la hidrodinámica.
Su asociación histórica más famosa es la pintura, siendo dos de sus obras más célebres, La Gioconda y La Última Cena, copiadas y parodiadas en varias ocasiones, al igual que su dibujo del Hombre de Vitruvio, que llegaría a ser retomado en numerosos trabajos derivados. No obstante, únicamente se conocen alrededor de 20 obras
suyas, debido principalmente a sus constantes (y a veces desastrosos)
experimentos con nuevas técnicas y a su inconstancia crónica.
Este reducido número de creaciones, junto con sus cuadernos que
contienen dibujos, diagramas científicos y reflexiones sobre la
naturaleza de la pintura, constituyen un legado para las sucesivas
generaciones de artistas.
Nació el sábado 15 de abril de 1452 «en la tercera hora de la noche», es decir, tres horas después del Ave María: a las diez y media. Se ha discutido si el nacimiento tuvo lugar en el castillo de Vinci, ciudad a unos 25 km en línea recta de Florencia, o bien en la casa materna de Anchiano, una pedanía a unos dos kilómetros de Vinci. Leonardo, descendiente de una rica familia de nobles italianos, fue hijo ilegítimo: su padre, messer Piero Fruosino di Antonio —un notario, canciller y embajador de la República de Florencia, dejó embarazada a Caterina, una humilde joven de familia campesina, de quien se ha sospechado que pudiera ser una esclava de Oriente Medio. Últimamente, Martin Kemp, profesor emérito de Historia del Arte en la Universidad de Oxford,
tras investigar en los archivos toscanos, descubrió documentos que
confirmarían la fecha del nacimiento y que tuvo lugar en la casa de
campo paterna, a poco más de un kilómetro de Vinci, siendo su madre una
campesina local de quince años, Caterina di Meo Lippi. Piero ya estaba
prometido en matrimonio y el niño fue entregado al abuelo paterno,
Antonio da Vinci que, probablemente, entregó una cierta cantidad a la
madre como dote para que pudiera casarse. En declaraciones de impuestos
de 1457 Antonio declaró que su nieto vivía con él y Caterina aparece
casada con un campesino, Antonio di Piero Buti, con quien tuvo cinco
hijos.
En septiembre de 1515, el nuevo rey de Francia, Francisco I, reconquistó Milán tras vencer en la batalla de Marignan.
En noviembre del mismo año, Leonardo diseñó un nuevo proyecto sobre la
disposición del barrio de Médici en Florencia. El 19 de diciembre,
estuvo presente en la reunión entre Francisco I y el papa León X que se
celebró en Bolonia.Francisco I le encargó a Leonardo un león mecánico que pudiera andar y
con el detalle de que el pecho se abriera para mostrar la flor de lis. No se sabe para qué ocasión fue concebido este león, pero puede tener relación con la llegada del rey a Lyon, o con las conversaciones de paz entre el rey y el papa.
En 1516 se marchó a Francia junto con su ayudante, el pintor Francesco Melzi, y quizás también con Salai; su nuevo mecenas y protector, el rey de Francia Francisco I, los instaló en la casa donde este vivió en su niñez, el Castillo de Clos-Lucé, cerca del castillo de Amboise. Fue el «primer pintor, primer ingeniero y primer arquitecto del rey», y recibió una pensión de 10 000 escudos.En la corte francesa estaban más interesados por el pintor que por el ingeniero, lo cual en Italia era lo más valorado.El hecho de que Francisco I le diera el castillo de Clos-Lucé se puede
entender como un mensaje a Leonardo para que «hiciera lo que él
quisiera». No fue el primer artista en recibir este honor, pues Andrea Solario y Giovanni Giocondo lo habían precedido unos años antes.
El rey estaba fascinado con Leonardo y lo consideró como un padre. La
casa y el castillo de Amboise estaban conectados por un paso subterráneo
que permitía al soberano rendir visita al artista y hombre de ciencia
con total discreción. Leonardo proyectó el palacio real de Romorantin,
que Francisco I pretendía erigir para su madre Luisa de Saboya: sería
una pequeña ciudad, para la cual previó el desvío de un río que la
enriqueciera con agua y fertilizase la campiña vecina. En 1518 participó
en las celebraciones del bautizo del Delfín y de las bodas de Lorenzo
de Médici con una sobrina del rey francés. Ese mismo año Salai abandonó a
Leonardo y retornó a Milán, donde más adelante (el 19 de enero de 1524)
perecería en un duelo.
El 23 de abril de 1519, Leonardo, enfermo desde hacía varios meses, redactó su testamento ante un notario de Amboise. Pidió un sacerdote para confesarse y recibir la extremaunción. Murió el 2 de mayo de 1519,en Cloux, a la edad de 67 años. La tradición cuenta que murió en brazos
de Francisco I, pero probablemente esto se basa en una interpretación
errónea de un epígrafe redactado por Giorgio Vasari:
LEONARDUS VINCIUS: QUID PLURA? DIVINUM INGENIUM, DIVINA MANUS, EMORI
IN SINU REGIO MERUERE. VIRTUS ET FORTUNA HOC MONUMENTUM CONTINGERE
GRAVISSIMIS IMPENSIS CURAVERUNT |
Leonardo de Vinci, ¿qué más se puede decir? Su genio divino y su mano
divina le merecieron expirar sobre el pecho de un rey. La virtud y la
fortuna velan, premio a los grandes gastos, en este monumento que le
corresponde. |
Tumba de Leonardo da Vinci en la capilla de Saint-Hubert, en Amboise, Francia.
Este epígrafe, que nunca se ha visto escrito en ningún monumento, contiene las palabras sinu regio,
que pueden significar, en el sentido literal «sobre el pecho de un
rey», pero también, en un sentido metafórico, «en el afecto de un rey», y
puede ser una alusión a la muerte de Leonardo en un castillo real.En esa época, la corte estaba instalada en el castillo de Saint-Germain-en-Laye, donde, el 31 de marzo, la reina Claudia de Francia dio a luz a Enrique; y el diario de Francisco I no indica ningún viaje del rey hasta el mes de julio. Por otro lado, Francesco Melzi,
el discípulo de Leonardo, que heredó sus libros y sus pinceles y que
fue depositario de su testamento, le escribió una carta al hermano de
Leonardo donde cuenta la muerte de su amo. En ella, no hace ninguna
alusión a la circunstancia mencionada, ni a la presencia del rey.
Según su última voluntad, sesenta mendigos siguieron su séquito y fue
enterrado en la capilla Saint-Hubert, en el recinto del castillo de
Amboise. Leonardo nunca se casó y tampoco tuvo hijos; legó el conjunto
de sus obras para que fueran publicadas por su discípulo preferido,
Francesco Melzi, alumno desde los diez años. Le dio sobre todo sus
manuscritos, cuadernillos, documentos e instrumentos. Francesco, después
de haberlo acompañado durante su estancia en Francia, se quedó con
Leonardo hasta su muerte, y administró su herencia durante los cincuenta
años posteriores a la muerte de su maestro. Sin embargo, no publicó
nada de las obras de Leonardo ni vendió ninguna de las numerosas
pinturas, como por ejemplo La Gioconda, que se encontraba todavía en su taller. Los viñedos de Leonardo fueron divididos entre Gian Giacomo Caprotti da Oreno, otro alumno y discípulo muy apreciado por Leonardo que había entrado a su servicio a la edad de quince años, y su sirviente Battista di Vilussis. El terreno fue legado a los hermanos de Leonardo y su sirvienta recibió un bonito abrigo negro.
La muerte de Leonardo es también el comienzo de la dispersión y la
pérdida de dos tercios de los cincuenta mil documentos originales
multidisciplinarios redactados en viejo toscano y codificados por él.
Cada carné, manuscrito, página, croquis, dibujo, texto y nota fue
considerado plenamente como una obra de arte. No han quedado más que
unos trece mil documentos, de los cuales la mayoría se conservan en el archivo de la Ciudad del Vaticano. Veinte años después de la muerte de Leonardo, Francisco I le confesó al escultor Benvenuto Cellini:
Nunca ha habido otro hombre nacido en el mundo que supiera tanto como
Leonardo, no tanto en pintura, escultura y arquitectura, sino en
filosofía.
Nicolas Copernico:
Nicolás Copérnico (en polaco, Mikołaj Kopernik; en latín, Nicolaus Copernicus; en alemán, Niklas Koppernigk; Toruń, Prusia, Polonia, 19 de febrero de 1473 - Frombork, Prusia, Polonia, 24 de mayo de 1543) fue un astrónomo polaco del Renacimiento que formuló la teoría heliocéntrica del sistema solar, concebida en primera instancia por Aristarco de Samos. Su libro De revolutionibus orbium coelestium (Sobre las revoluciones de las esferas celestes)
suele ser considerado como el punto inicial o fundador de la astronomía
moderna, además de ser una pieza clave en lo que se llamó la Revolución científica
en la época del Renacimiento. Copérnico pasó cerca de veinticinco años
trabajando en el desarrollo de su modelo heliocéntrico del universo. En
aquella época resultó difícil que los científicos lo aceptaran, ya que
suponía una auténtica revolución.
Copérnico era matemático, astrónomo, jurista, físico, clérigo católico, gobernador, diplomático y economista.
Junto con sus extensas responsabilidades, la astronomía figuraba como
poco más que una distracción. Por su enorme contribución a la
astronomía, en 1935 se dio el nombre «Copernicus» a uno de los mayores cráteres lunares, ubicado en el Mare Insularum.
El modelo heliocéntrico es considerado una de las teorías más importantes en la historia de la ciencia occidental.
Copérnico no publicó su obra en la que defendía el heliocentrismo
hasta 1543, año de su fallecimiento; sin embargo, sus libros serían
incluidos en el Index librorum prohibitorum, muchos años después de su muerte, con el caso Galileo.
Este famoso científico polaco-prusiano estudió en la Universidad de Cracovia (1491-1494) probablemente bajo las directrices del matemático Wojciech Brudzewski. Viajó por Italia y se inscribió en la Universidad de Bolonia (1496-1499), donde estudió Derecho, Medicina, Griego, Filosofía, y trabajó como asistente del astrónomo Domenico da Novara.
En 1500 fue a Roma, donde tomó un curso de ciencias y astronomía, y en 1501 volvió a su patria y fue nombrado canónigo en la catedral de Frauenburg, cargo obtenido merced a la ayuda de su tío Lucas Watzenrode.
Pese a su cargo, volvió a Italia, esta vez a Padua (1501-1507), para estudiar Derecho y Medicina, haciendo una breve estancia en Ferrara (1503), donde obtuvo el grado de doctor en Derecho Canónico.
Reinstalado definitivamente en su país (1523), se dedicó a la administración de la diócesis de Warmia,
ejerció la Medicina, ocupó ciertos cargos administrativos y llevó a
cabo su inmenso y primordial trabajo en el campo de la Astronomía.
Falleció el 24 de mayo de 1543 en Frombork, Polonia. En 2005 un equipo de arqueólogos polacos afirmó haber hallado sus restos
en la catedral de Frombork, teoría que fue verificada en 2008 al
analizar un diente y parte del cráneo y compararlo con un pelo suyo
encontrado en uno de sus manuscritos. A partir del cráneo, expertos policiales, reconstruyeron su rostro, coincidiendo este con el de su retrato.
El 22 de mayo de 2010 recibió un segundo funeral en una misa dirigida por Józef Kowalczyk, nuncio
papal en Polonia y recién nombrado Primado de Polonia. Sus restos
fueron de vuelta enterrados en el mismo lugar, en la Catedral de
Frombork. Una lápida de granito negro ahora lo identifica como el
fundador de la teoría heliocéntrica y lleva además la representación del
modelo de Copérnico del sistema solar, un sol dorado rodeado por seis
de los planetas.La importancia de la obra de Copérnico es ser una obra
revolucionaria, precursora de grandes cambios científicos. Dicho
carácter revolucionario no está solo en sus escritos sino en poner en
marcha unos caminos que romperán las barreras del pensamiento. No
debemos olvidar que la obra de Copérnico sigue ligada al Mundo Antiguo,
ya que ciertas premisas platónicas siguen vigentes en su pensamiento
como los dos grandes principios de uniformidad y circularidad. Sin
embargo, con su obra se afianza otra gran idea propia de la modernidad:
la naturaleza va perdiendo su carácter teológico, el hombre ya no es el
centro del universo, sino que Copérnico lo desplaza a una posición
móvil, como la de cualquier otro planeta.
A partir de Copérnico se desencadena la idea de que el hombre ahora
está gobernado por su Razón, que será la facultad del ser humano que
hace que tome parte en el ordenamiento del Universo. Así el hombre pasa a
ser un ser autónomo que basa dicha autonomía en su capacidad de
raciocinio. La razón humana puede ahora apoderarse de la Naturaleza:
dominarla y controlarla. Así el hombre deja de ser el centro físico del
Universo para convertirse en el centro racional del Universo. A partir
de ahora nos enfrentamos al mundo, no contemplándolo, sino construyendo
hipótesis a través de las capacidades del hombre, que contrastadas con
la naturaleza se podrán dar por válidas o no.
En este caso particular, Copérnico tuvo en contra al cristianismo de
la época que hizo suyos los presupuestos aristotélicos del mundo
antiguo. Aristóteles
escribió de teoría literaria, política, ética, metafísica, lógica,
meteorología, física, biología, astronomía… y todo ello integrado
coherentemente, lo que hacía muy difícil atacar una parte sin atacar al
todo. A la vez, permitía, por esa misma razón, dejar de lado pequeñas
dificultades que pudieran surgir en aspectos parciales. Esa es la razón
fundamental de su permanencia como visión del mundo a lo largo de dos
mil años. Si además se añade que, tras su descubrimiento por parte del
mundo medieval, este sistema fue cristianizado y asumido por la Iglesia
católica a través de la obra de santo Tomás de Aquino,
comprenderemos mejor la resistencia que opuso a su superación y hasta
qué punto determinó, no solo la historia de la astronomía, sino de la
ciencia y de la cultura.Las profundas implicaciones del nuevo sistema alcanzaban así a la
metodología científica en su conjunto, y también a la mentalidad y a las
convicciones religiosas y filosóficas de toda una época. Tal y como lo
resume el moderno historiador de la ciencia Thomas Kuhn (La revolución copernicana,
1957), al final de este proceso, los hombres, "convencidos de que su
residencia terrestre no era más que un planeta girando ciegamente
alrededor de una entre miles de millones de estrellas, valoraban su
posición en el esquema cósmico de manera muy diferente a la de sus
predecesores, quienes en cambio consideraban a la Tierra como el único
centro focal de la creación divina". De ahí que, cinco siglos después,
la lengua siga reteniendo la expresión giro copernicano para designar un cambio de magnitudes drásticas en una situación o modo de pensar.
Andres Vesalio:
Andrés Vesalio o Andreas Vesalius es la forma latinizada del nombre Andries van Wesel (Bruselas, actual Bélgica, 31 de diciembre de 1514 - Zante, actual Grecia, 15 de octubre de 1564). Sin ser natural de Flandes, su familia tenía raíces flamencas. Fue el autor de uno de los libros más influyentes sobre anatomía humana, De humani corporis fabrica (Sobre la estructura del cuerpo humano).
Según el libre Die Grossen Vesalio llegó a ser “una de las figuras universales más relevantes de la investigación médica de todos los tiempos”.
En 1543 (en el año de la gran obra de Copérnico), Vesalio publicó en Basilea su obra en siete volúmenes De humani corporis fabrica (Sobre la estructura del cuerpo humano), una innovadora obra de anatomía humana que dedicó a Carlos V.
Aunque la autoría de las ilustraciones no está clara, se considera que
es obra de varios autores, varios procedentes del taller de Tiziano
(como Jan Stephen van Calcar), y otros como Domenico Campagnola o
incluso el propio Vesalio. Pocas semanas después publicó una edición
compendiada, para uso de estudiantes, Andrea Vesalii suorum de humani corporis fabrica librorum epitome, que dedicó al príncipe Felipe, hijo y heredero de Carlos V.
La obra destaca la importancia de la disección y de lo que en
adelante se llamó la visión "anatómica" del cuerpo humano. El término
que utilizó para titular su libro, "Fabrica", posee connotaciones arquitectónicas.
En su descripción parte de los huesos, ligamentos y músculos, que
fundamentan la estructura corporal, para pasar a estudiar luego los
sistemas conectivos o unitivos (vasos sanguíneos y nervios) y los
sistemas que impulsan la vida. De los siete libros de que consta la
obra, el primero trata de los huesos y cartílagos; el segundo de los músculos y ligamentos; en el tercero se describen las venas y arterias; en el cuarto los nervios; en el quinto, los aparatos digestivo y reproductor; en el sexto el corazón y los órganos que le auxilian como los pulmones;
el séptimo y último está dedicado al sistema nervioso central y a los
órganos de los sentidos. Su modelo anatómico contrasta poderosamente con
los vigentes en el pasado.
Además de realizar la primera descripción válida del esfenoides, demostró que el esternón consta de tres partes y el sacro de cinco o seis; y describió cuidadosamente el vestíbulo en el interior del hueso temporal. Verificó las observaciones de Etienne acerca de las válvulas en las venas hepáticas, describió la vena ácigos, y descubrió en el feto el canal que comunica la vena umbilical y la vena cava inferior, llamado desde entonces ductus venosus. Describió también el omento (epiplon), y sus conexiones con el estómago, el bazo y el colon; ofreció las primeras nociones correctas sobre la estructura del píloro; y observó el pequeño tamaño del apéndice vermiforme en los hombres; dio las primeras descripciones válidas del mediastino y la pleura y la explicación más correcta de la anatomía del cerebro realizada hasta la fecha. Este libro lo pudo realizar gracias a la ayuda que le prestó un juez dándole cadáveres de asesinos.oco después de la publicación, le fue ofrecido el puesto de médico imperial en la corte de Carlos V. Informó al senado de Venecia de que dejaba su puesto en Padua, lo que impulsó al duque Cosme I de Médici a intentar convencerle a que se trasladase a la Universidad de Pisa,
oferta que Vesalio declinó. En la corte tuvo problemas en sus
relaciones con los otros médicos, que lo consideraban un simple
"barbero" por envidia.
Durante los doce años siguientes Vesalio viajó con la corte, tratando
heridas de guerra y torneos, realizando operaciones quirúrgicas y
autopsias, y escribiendo cartas privadas acerca de cuestiones médicas
específicas. Durante esta época escribió también su obra Radicis el Chynae, un texto corto acerca de las propiedades de una planta medicinal, la raíz de China o zarzaparrilla, en el que se defiende además de las acusaciones de los partidarios de Galeno. Recibió numerosos ataques por médicos españoles.
En 1555 publicó una edición revisada de su De Corporis. Tras
la abdicación de Carlos V, continuó ejerciendo como médico en la corte
de Felipe II, quien le recompensó con una pensión vitalicia y el
nombramiento de conde palatino. En 1562 le practicó una trepanación al príncipe Carlos.
Estando en Madrid recibió unas Observationes anatomicae
(Venise, Marco Antonio Ulmo et Gratioso Perchachino, 1561) redactadas
por Falopio en Padua en las que incluía rectificaciones a la Fabrica.
Vesalio le contestó pero su escrito no llegó a manos de Gabrielle
Falopio, que murió prematuramente en octubre de 1562. El escrito quedó
en manos del embajador y no pasó a la imprenta hasta 1564 cuando Vesalio
pasó por Venecia camino de Tierra Santa. No llegó a verlo impreso ya
que a su regreso enfermó y murió en la isla griega de Zante, junto al
Peloponeso.
Ya hemos señalado aportaciones originales de Vesalio al
conocimiento anatómico: cambiar el método didáctico, uso de
ilustraciones, correcciones a Galeno, e incorporar nuevos hallazgos. A
esto hay que añadir que Vesalio vio de otra manera la anatomía o al
cuerpo humano, una forma nueva que podemos llamar renacentista.
En lo que se refiere a la idea descriptiva Vesalio pensó
que debía seguir a Galeno: estudio de los músculos; venas, arterias y
nervios; y vísceras. Sin embargo la concepción no es la misma
exactamente. Para Vesalio los huesos eran el fundamento sustentador de
un estabilidad arquitectónica, el sostén en el que se apoya un edificio
entero. Por eso el término "Fabrica" equivale aquí a "edificio". Dedica
el primer libro a los huesos y cartílagos; el segundo a los ligamentos y
músculos; el tercero a las venas y arterias; el cuarto a los nervios;
el quinto a los órganos de la nutrición y generación; el sexto al
corazón y partes "que le auxilian" como los pulmones; finalmente el
séptimo, al sistema nervioso central y a los órganos de los sentidos.
Podemos verlo de esta forma: sistemas constructivos o edificativos
(huesos, ligamentos y músculos); sistemas conectivos o unitivos (venas,
arterias y nervios); sistemas impulsivos de la vida (órganos de la
nutrición y la generación; corazón y órganos que le ayudan; cerebro y
sentidos).
La idea descriptiva es híbrida en opinión de Laín: el
cuerpo en los libros I y II se describe como una "edificación estática",
potencialmente susceptible de movimiento local. Los libros V, VI y VII
(órganos de las tres cavidades –natural, vital y animal) los estudia
desde el punto de vista de los impulsos y las potencias (galénicamente
entendidas) que le permiten moverse. La descripción anatómica de los
órganos internos es original pero su conceptuación fisiológica -que
sigue a Galeno- es, en parte, errónea. Los tres sistemas conectivos
(libros III y IV) constituyen un lugar intermedio entre las partes
arquitectónicas y las impulsivas del cuerpo.
En lo que se refiere a la idea descriptiva secundaria, es
decir, la descripción de las partes singulares en cada libro, es como
sigue: el de los sistemas edificativos o constructivos el orden es
descendente, es decir, topográfico y espacial. Persiste la ordenación
bizantina capite ad calcem pero desprovista
del simbolismo que tuvo en la Edad Media. La descripción de las partes
impulsivas es galénica, es decir, funcional. Los sistemas conectivos
siguen una tendencia mixta.
La parte más brillante de la Fabrica
es la que se refiere a la osteología. Se describe con detalle cada uno
de los huesos. En la miología diferencia bien el ligamento del tendón,
el nervio y el músculo, que hasta entonces era frecuente confundirlos.
La parte dedicada a la angiología es bastante completa; niega
rotundamente la existencia de la famosa rete mirabile.
En cuanto a los nervios sigue clasificándolos en duros o motores y
blandos o sensitivos. Niega la oquedad de los nervios de los sentidos y
de forma especial la del nervio óptico.
Respecto a los órganos de la nutrición y generación sus
descripciones de los genitales masculinos y femeninos suponen un avance.
Describe bien el peritoneo y el estómago, pero desconoce otras
estructuras como el páncreas. Habla por vez primera de la estructura
interna del hígado.
En lo que se refiere a los órganos de la cavidad vital o
torácica merece ser mencionada la descripción del corazón. Niega la
existencia de los poros interventriculares pero su esquema de la
circulación de la sangre sigue siendo galénica.
Miguel Servet:
Miguel Servet, llamado también Miguel de Villanueva, Michel de Villeneuve o, en latín, Michael Servetus (su nombre auténtico era Miguel Serveto y Conesa, alias «Revés»; Villanueva de Sigena, Huesca, Aragón probablemente el 29 de septiembre de 1509 o 1511Ginebra, 27 de octubre de 1553), fue un teólogo y científico español.
Sus intereses abarcaron muchas ciencias: astronomía, meteorología, geografía, jurisprudencia, teología, física, el estudio de la Biblia, matemáticas, anatomía y medicina. Gran parte de su fama y reconocimiento posterior es debido a su trabajo sobre la circulación pulmonar descrita en su obra Christianismi Restitutio.
Participó en la Reforma Protestante y desarrolló una cristología contraria a la Trinidad. Repudiado tanto por los católicos como por los protestantes, fue arrestado en Ginebra, sometido a juicio y condenado a morir en la hoguera por orden del Consejo de la ciudad y las iglesias Reformadas de los cantones, cuando en ella predominaba la influencia de Juan Calvino.
Actualmente la mayoría de las biografías de Servet sitúan su lugar de nacimiento en Villanueva de Sigena, aunque algún investigador mantiene la opinión de que nació en Tudela, Navarra.5
Para ello se basa en documentos en los que Servet se atribuía un origen
navarro, mientras vivía en Francia bajo la falsa identidad de Michel de Villeneuve.
Sin embargo, según los partidarios de la hipótesis aragonesa, este
nombre ficticio haría alusión a su auténtica localidad natal, Villanueva
de Sigena, donde se conserva la casa familiar, hoy convertida en centro
de interpretación.
Fue hijo de Antón Serveto, noble infanzón y notario del Monasterio de Sigena, y Catalina Conesa, que por línea materna descendía de la familia judeoconversa de los Zaporta. Tenía dos hermanos menores: Pedro, quien continuó con la notaría paterna, y Juan, que fue ordenado sacerdote.
La familia Serveto utilizaba un apodo, "Revés", cuyo origen podría
deberse a que un miembro de una familia de Villanueva, probablemente
antigua y distinguida, de apellido Revés emparentase con los Serveto,
conservándose así ambos nombres en posteriores generaciones.
Joven con dotes sobresalientes para las letras y gran conocedor del latín, griego y hebreo, Miguel abandonó su población de origen para ampliar estudios, quizá en el castillo de Montearagón.8 Es aceptado como pupilo por fray Juan de Quintana, quien llegaría a ser confesor de Carlos I. Tras una estancia para realizar estudios de Derecho en Toulouse (Francia), donde entra por primera vez en contacto con círculos próximos a la Reforma, viaja con Quintana por Italia y Alemania como parte del séquito imperial y presencia la coronación de Carlos V como emperador en Bolonia (1530).
Miguel Servet se dirigió a Lyon. Había estado brevemente en París, donde un encuentro previsto, pero finalmente no efectuado, con Calvino se transformó en el inicio de una relación epistolar entre ambos. Servet llegó a Lyon con una nueva identidad, Michel de Villeneuve, supuestamente originario de Tudela de Navarra, para evitar las persecuciones de la Inquisición. Estuvo empleado en una imprenta, primero como corrector de pruebas. En 1535 le encargaron la publicación y anotación de la Geografía de Claudio Ptolomeo, lo que llevó a cabo dando pruebas de su gran erudición. En Lyon fue la etapa más feliz de su vida. Conoció al médico Symphorien Champier, quien le animó a estudiar medicina y acabó yéndose a París.
En 1537 se matriculó en la Universidad de París
para estudiar medicina. Allí estudió junto a los grandes médicos de la
época, enseñando matemáticas y medicina en la Universidad. Sin embargo,
pronto se encontró en dificultades, puesto que dictó un curso de astrología,
en el que defendió la influencia de las estrellas en los eventos
futuros (astrología judiciaria), lo cual, junto con un opúsculo en el
que describió el uso de jarabes para administrar los remedios de la
época, le enfrentó con la comunidad universitaria.
Dejó de nuevo París y residió en diversas localidades de Francia, hasta que en Lyon se encontró con el arzobispo de Viena del Delfinado, Pedro Palmier, al que había conocido previamente en París. De esta forma entró a su servicio como médico personal en 1541
Servet, probablemente de camino hacia Italia, hizo escala en Ginebra, donde fue reconocido en la iglesia donde predicaba el propio Calvino (13 de agosto). La ciudad se regía por los principios de la Reforma tal como Calvino los había definido en sus Ordenanzas eclesiásticas, basadas en su obra magna, Institución de la religión cristiana.Servet fue detenido y juzgado por herejía (por su negación de la Trinidad y por su defensa del bautismo a la edad adulta).
Servet sufrió grandes penalidades durante su cautiverio, como
atestigua su carta al Consejo de Ginebra de 15 de septiembre de 1553.
Durante el juicio, sostuvo diversos debates de carácter teológico. El
22 de septiembre, Servet escribe una última alegación en la que culpa a
Calvino de hacer acusaciones falsas de herejía contra él y solicita que
también sea detenido e interrogado como él, y concluye: «Estaré contento
de morir si no le convenzo tanto de esto como de otras cosas de que le
acuso más abajo. Os pido Justicia, Señores, Justicia, Justicia,
Justicia». Finalizado el proceso, fueron consultadas las iglesias reformadas de los cantones de Zúrich, Schaffhausen, Berna y Basilea, tras lo cual el acusado fue condenado y sentenciado a morir en la hoguera el 27 de octubre de 1553.
En una carta fechada el día anterior, Calvino comentaba a Farel que
Servet iba a ser condenado sin discusión y conducido al suplicio, y
aseguraba que él había intentado cambiar la forma de su ejecución,
aunque inútilmente.
La sentencia dictada en su contra por el Consejo (Petit Conseil) de Ginebra dice:
Contra Miguel Servet del Reino de Aragón, en España: Porque su libro
llama a la Trinidad demonio y monstruo de tres cabezas; porque contraría
a las Escrituras decir que Jesús Cristo es un hijo de David; y por
decir que el bautismo de los pequeños infantes es una obra de la
brujería, y por muchos otros puntos y artículos y execrables blasfemias
con las que el libro está así dirigido contra Dios y la sagrada doctrina
evangélica, para seducir y defraudar a los pobres ignorantes.
Por estas y otras razones te condenamos, M. Servet, a que te aten y
lleven al lugar de Champel, que allí te sujeten a una estaca y te quemen
vivo, junto a tu libro manuscrito e impreso, hasta que tu cuerpo quede
reducido a cenizas, y así termines tus días para que quedes como ejemplo
para otros que quieran cometer lo mismo.
Independientemente de la importancia de sus descubrimientos
fisiológicos o de su labor como polemista religioso, los sucesos que
acarrearon el juicio y muerte de Miguel Servet se han considerado como
punto de arranque de la discusión que condujo al reconocimiento de la
libertad de pensamiento y de expresión de las ideas.Asimismo, las Iglesias Unitarias, surgidas de los movimientos antitrinitarios del siglo xvi y posteriores, consideran a Servet su pionero y primer mártir.
La ejecución de Servet escandalizó a muchos pensadores de toda
Europa, principalmente en el ámbito protestante, que se oponían a que se
matara a las personas por razones de fe. Destaca particularmente la defensa de Servet que realizó Sebastián Castellion:
«Matar a un hombre no es defender una doctrina, es matar a un hombre.
Cuando los ginebrinos ejecutaron a Servet, no defendieron una doctrina,
mataron a un hombre».
Por otro lado, desde mediados del siglo xix y principios del xx, Servet comenzó a ser reivindicado por partidarios del librepensamiento,
que veían en su ejecución una prueba de los peligros que conlleva el
fanatismo religioso, aunque a menudo como resultado de un análisis
superficial y sin tener en cuenta la obra y conceptos teológicos del
propio Servet.
Marian Hillar, estudioso polaco-norteamericano de la obra de Servet,
hizo la siguiente evaluación sobre el impacto perdurable que tuvo la
ejecución del erudito español: «Fue el punto de inflexión en la
ideología y mentalidad dominantes desde el siglo iv. Históricamente hablando, con la muerte de Servet, la libertad de
conciencia acabó convirtiéndose en un derecho civil en la sociedad
moderna».
Miguel Angel Buonarrotti:
Fue el primer artista occidental del que se publicaron dos biografías en vida: Le vite de' più eccellenti pittori, scultori e architettori, de Giorgio Vasari, publicada en 1550 en su primera edición, en la cual fue el único artista vivo incluido, y Vita de Michelangelo Buonarroti, escrita en 1553 por Ascanio Condivi, pintor y discípulo de Miguel Ángel, que recoge los datos facilitados por el mismo Buonarroti. Fue muy admirado por sus contemporáneos, que le llamaban el DivinoBenedetto Varchi, el 12 de febrero de 1560, le envió una carta en nombre de todos los florentinos diciéndole:
... toda esta ciudad desea sumisamente poderos ver y honraros tanto
de cerca como de lejos... Vuestra Excelencia nos haría un gran favor si
quisiera honrar con su presencia su patria.
Triunfó en todas las artes en las que trabajó, caracterizándose por su perfeccionismo.
La escultura, según había declarado, era su predilecta y la primera a
la que se dedicó; a continuación, la pintura, casi como una imposición
por parte del papa Julio II, y que se concretó en una obra excepcional que magnifíca la bóveda de la Capilla Sixtina; y ya en sus últimos años, realizó proyectos arquitectónicos.
Nació el 6 de marzo de 1475, en Caprese, una villa de la Toscana cerca de Arezzo.Fue el segundo de cinco hijos varones de Ludovico di Leonardo
Buonarroti di Simoni y de Francesca di Neri del Miniato di Siena.Su madre murió en 1481, cuando Miguel Ángel contaba con seis años. La
familia Buonarroti Simoni vivía en Florencia desde hacía más de
trescientos años y habían pertenecido al partido de los güelfos;
muchos de ellos habían ocupado cargos públicos. La decadencia económica
empezó con el abuelo del artista, y su padre, que había fracasado en el
intento de mantener la posición social de la familia, vivía de trabajos
gubernamentales ocasionales,
como el de corregidor de Caprese en la época en que nació Miguel Ángel.
Regresaron a Florencia, donde vivían de unas pequeñas rentas
procedentes de una cantera de mármol y una pequeña finca que tenían en Settignano,
pueblo donde Miguel Ángel había vivido durante la larga enfermedad y
muerte de su madre; allí quedó al cuidado de la familia de un
picapedrero.
El padre le hizo estudiar gramática en Florencia con el maestro
Francesco da Urbino. Miguel Ángel quería ser artista, y cuando comunicó a
su padre que deseaba seguir el camino del arte, tuvieron muchas
discusiones, ya que en aquella época era un oficio poco reconocido.
Ludovico di Leonardo consideraba que aquel trabajo no era digno del
prestigio de su linaje. Gracias a su firme decisión, y a pesar de su
juventud, consiguió convencerlo para que le dejara seguir su gran
inclinación artística, que, según Miguel Ángel, le venía ya de la nodriza
que había tenido, la mujer de un picapedrero. De ella comentaba:
«Juntamente con la leche de mi nodriza mamé también las escarpas y los
martillos con los cuales después he esculpido mis figuras».
Mantuvo buenas relaciones familiares a lo largo de toda su vida. Cuando su hermano mayor, Leonardo, se hizo monje dominico en Pisa,
asumió la responsabilidad en la dirección de la familia. Tuvo a su
cargo el cuidado del patrimonio de los Buonarroti y lo amplió con la
compra de casas y terrenos, así como también concertó el matrimonio de
sus sobrinos Francesca y Leonardo con buenas familias de Florencia.
Desde muy joven manifestó sus dotes artísticas para la escultura,
disciplina en la cual empezó a sobresalir. En abril de 1488, con doce
años de edad y gracias al consejo de Francesco Granacci, otro joven que se dedicaba a la pintura, entró en el taller de los famosos Ghirlandaio (Domenico y Davide); su familia y los Ghirlandaio formalizaron un contrato de estudios durante tres años.
1488. Yo, Ludovico di Lionardo Buonarota, en este primer día de
abril, inscribo a mi hijo Michelangelo como aprendiz de Domenico y
Davide di Tomaso di Currado, durante los próximos tres años, bajo las
condiciones siguientes: que el dicho Michelangelo ha de permanecer
durante el tiempo convenido con los anteriormente citados para aprender y
practicar el arte de la pintura y que ha de obedecer sus instrucciones,
y que los nombrados Domenico y Davide habrán de pagarle en estos años
la suma de veinticuatro florines de peso exacto: seis durante el primer
año, ocho el segundo año y diez el tercero, en total una suma de noventa
y seis liras.
Según Giorgio Vasari, un día, saliendo del jardín de los Médicis o, según Benvenuto Cellini, de la capilla Brancacci, donde él y otros alumnos aprendían a dibujar delante de los frescos de Masaccio, fue cuando Pietro Torrigiano
le dio un puñetazo y le rompió la nariz; como consecuencia, le quedó la
nariz chata toda la vida, tal como se aprecia claramente en todos sus
retratos.